Javier Fernández de Blas destaca su “constancia y compañerismo” para ayudar al equipo  

El jugador de Decoración Barnasa-Estructuras Marpisa ha encajado tan solo doce goles esta temporada y se coloca como uno de los porteros menos goleados de la liga 

Javier Fernández de Blas se posiciona como uno de los guardametas menos goleados del Torneo Apertura de la Liga Recoletas Caja Rural de Zamora. El guardameta de Decoración Barnasa-Estructuras Marpisa ha sido batido en doce ocasiones durante los diez encuentros que ha jugado de la primera fase de la temporada de las ligas sociales de la Fundación Eusebio Sacristán, por lo que firma una media de 1,2 goles encajados por partido. El cerrojo del actual líder de Primera División ha ayudado a que su equipo se coloque como el segundo con menos tantos en contra de la competición y encabece la clasificación con 28 puntos en el casillero, aunque ha disputado un encuentro menos que su inmediato perseguidor, el Urbón Agrícola (25 puntos). 

Decoración Barnasa-Estructuras Marpisa ha cuajado un gran inicio de liga, que pretenden mejorar en lo que resta de campaña y se marcan como objetivo “ganar los campeonatos”. La buena actuación del equipo se debe, a ojos de su portero, a que disponen de “un buen grupo” con la ventaja de que tienen una relación de amistad entre ellos. En el plano personal, Javier muestra su humildad y cree que “no puedo aportar más, pero sí continuar trabajando como hasta este momento”. 

El guardameta vallisoletano comenzó su andadura en el mundo del fútbol cuando apenas era un niño y ha desarrollado su trayectoria deportiva en diversos equipos de la provincia, como el Boecillo, el Laguna, el Íscar y el Universitario; club en los que “siempre he hecho muy buenos amigos”. No obstante, su pasión por los palos fue un poco ‘obligada’, ya que “en los pueblos ningún niño quería jugar de portero y, como a mí sí me gustaba, me ponían siempre en esa posición”. Tras varios años practicando este deporte, Javier destaca su “constancia” para no fallar nunca a su equipo y se considera un jugador “muy trabajador” que se deja todo lo que tiene sobre el terreno de juego. 

Además de la constancia y el trabajo diario, el portero de las ligas sociales de la Fundación cree que su “compañerismo” en cada uno de los clubes por los que ha pasado le ha permitido seguir creciendo dentro del mundo del fútbol, tanto a nivel personal como deportivo. Y, ser uno de los porteros menos goleados del Torneo Apertura, es sinónimo de “orgullo por mí y por mis compañeros”; ya que esto significa que “estamos haciendo las cosas bien este año”.  

Tras su paso por varios clubes de Valladolid, Javier Fernández ha recalado en las ligas sociales de la Fundación y continúa con su pasión por el fútbol en estas competiciones. El portero vallisoletano ve que el MiniFútbol de la ciudad tiene “buen nivel” y cree que existe “gran competitividad”, año tras año, entre los equipos que militan en estas ligas.